viernes, agosto 07, 2009

Reality-gore.


Wallace Souza, diputado regional del estado de Amazonia, en Brasil, combinaba sus actividades legislativas con sus dotes histriónicas. Como presentador de un segmento de “Canal Livre”, al más puro estilo de programas como Duro y Directo, Primer Impacto y Policías, el diputado fungía como presentador de crímenes brutales que eran mostrados de manera descarnada y directa en la televisión. Antiguo jefe policiaco en Amazonas, Souza fue inhabilitado por presuntos actos de corrupción (lo descubrieron vendiendo combustible de la corporación), lo cual no le impidió alcanzar una curul por el Partido Progresista (PP), y ser el diputado con más votos obtenidos en Amazonas.

..........El cambio no le vino bien. Souza no podía sustraerse de aquellas épocas de sangre, fuego y balazos. Alejado de la acción, vivía con apatía su nombramiento. En recuerdo de sus actividades como policía en activo, encontró en la televisión un escaparate para seguir viviendo la adrenalina de las persecuciones, las pesquisas y los macabros descubrimientos. Cambió su arma oficial por un micrófono inalámbrico, del tipo manos libres; cambió la patrulla por el estudio de televisión. Jamás renunció, eso sí, a las ansias de la sangre. Quizá la comisión ininterrumpida de crímenes menores, que presenciaba desde el monitor, lejos del olor de la carne en descomposición o chamuscada por los balazos, fue pareciéndole aburrida, como tedioso se vuelve la contemplación día y noche de programas del Animal Planet, donde se atestigua la cadena alimenticia que inicia con los leones y termina con los buitres. Además el rating del programa bajaba. Había que hacer algo. Tras pensarlo unos días, él, Wallace Souza, hombre de acción, se insultó a sí mismo por no haberlo pensado desde un principio. “Entre más escabroso sea el crimen, entre más sangre se derrame, entre más carne se desparrame en la escena del crimen, tendré al público pegado al televisor”.

..........El problema era hallar esos crímenes horripilantes, que no se dan como las manzanas o la mala hierba. Encontró, entonces, la solución. Conocedor del submundo en Amazonas, a imagen y semejanza de los escuadrones de la muerte, encomendaría a sus escoltas algunos “trabajitos”, que además de limpiar la delincuencia de las calles tendrían la cobertura exclusiva de su segmento informativo. Y el rating subió, como la carnicería de sus muchachos. Precisamente uno de ellos descobijo las actividades artísticas de Wallace Souza, a quien seguramente Thomas de Quincey habría admirado y dedicado su célebre Del asesinato considerado como una de las bellas artes, ante el ímpetu e imaginación del artista oculto bajo la máscara del policía-diputado.

..........Las investigaciones han puesto tras las rejas a más de quince integrantes del supuesto grupo de creativos de la emisión del diputado Wallace Souza quien, desde la cama de un hospital donde se recupera de una operación, niega, obviamente, las imputaciones.

..........Se recomienda ampliamente al diputado que vea la película “Tesis” de Alejandro Amenábar.

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