jueves, julio 02, 2009

Peluquerías

Las peluquerías deberían de formar parte del catálogo de especies en peligro de extinción. Como las pulquerías, huelen a épocas idas. Su lugar ha sido ocupado por las “estéticas”, concepto filosófico con olor a peróxido, que lo mismo atienden metrosexuales de cuarta, homosexuales parlanchines o travestis mal afeitados que ofrecen otros servicios en la trastienda. La peluquería se ha emparentado también con la cantina: espacio antes vedado a las mujeres, único sitio de libertad para los varones (según dicen algunos parroquianos), en la actualidad las luchas por la igualdad la han vuelto unisex.
----------El del peluquero es oficio de cercanías: se practicara de cara al cliente, como una conciencia que nos contempla desde lo alto, y que se fija en todos los defectos faciales que nos salpican el rostro. Ni siquiera nosotros, en el más concienzudo examen de nuestro cutis frente al espejo, podríamos apreciar mejor que el peluquero nuestras imperfecciones cutáneas.

----------Practicante de odontología desde la edad media —y a veces de cirugías de alto riesgo—, el peluquero es primo-hermano del dentista: ambos poseen un inconfundible aire de familia debido al uso de la pulcra filipina, en el ir y venir del sillón a la gaveta para buscar y traer instrumentos bruñidos, en la firme concentración de sus semblantes cuando acometen una caries o un conjunto de cabellos necios. Un pinchazo del odontólogo nos libera durante algunas horas del dolor que causa la fricción de la fresa; un corte del peluquero puede ser mortal, sobre todo si éste recorre lentamente con una filosa navaja el cuello, territorio de la arteria yugular.

----------Si los sanatorios se identifican a través de una cruz, la peluquería lo hace con un mecanismo inolvidable: un cilindro o “caramelo” pintado de blanco, azul y rojo que gira como si fuera infinito. ¿Qué quiere decir? ¿Cuál es su origen? Algunos asocian el rojo y el blanco con las salpicaduras de la sangre sobre la bata blanca, en las épocas en que el peluquero practicaba operaciones más complejas que sacar una muela podrida.

----------Destacan como grandes personajes de la peluquería mundial el célebre Barbero de Sevilla, ingenioso celestino de la ópera de Rossini; Sweeney Todd, sangrienta leyenda urbana inglesa, Don Regino Burrón, esposo de Borola y propietario de “El rizo de oro”; Edward Scissorhands, creación de Tim Burton; Alfredo Palacios, el estilista de las estrellas.
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