lunes, julio 13, 2009

La patada de Javier Aguirre.

La escena transcurre más o menos así: el panameño Ricardo Phillips, pegado a la banda derecha, pelea el esférico al seleccionado mexicano con la playera número 5 (ignoro de quien se trata). El balón rueda a lo largo de la línea blanca y al pasar a un lado del área técnica de México, Javier Aguirre, “El Vasco”, director técnico del TRI, intenta detener el balón —que no ha salido del terreno de juego—; extiende la pierna y su negro zapato de vestir golpea al jugador panameño en la rodilla. Aguirre expresa con las manos, torpemente, que su intención era detener el balón, ignoramos por qué, que el golpe fue accidental. Con la vista clavada en el esférico, el empujón del panameño lo toma desprevenido; acto seguido, Manuel Vidrio, en compañía de otros integrantes del cuerpo técnico, sale en defensa del “patrón”. Se forma una de esas aglomeraciones donde se confunden rostros, manos, piernas; los aficionados verdes, gracias a la cercanía de las butacas con respecto al terreno de juego, lanzan objetos a los rijosos, profieren insultos, hacen señas obscenas. El espectáculo deportivo se convierte en un maremágnum: hay golpes en las gradas, Aguirre es expulsado por el árbitro, los abanderados se miran entre sí sin saber qué hacer, los oficiales de policía gringos hablan a través de sus radios. La única realidad fría y tangible, sin apisonamientos, la dan los números de la pizarra electrónica: México 1-Panamá 1.

----------Al término del partido, Aguirre ofrece sentidas disculpas. Él, junto con la selección a la que llegó para poner orden y llevarla al Mundial de Sudáfrica, hace agua. ¿Qué será eso que flota en los estadios que provoca que a poco de sonar el silbatazo final, los temperamentos salen a relucir y se expresan por medio de cabezazos, planchas y patadas impotencia, desesperación, hartazgo? Embrujado por esa esencia extraña, Rafa Márquez se ha hecho expulsar cuatro veces en partidos oficiales, —dos contra Estados Unidos—: la primera vez en el Mundial de Corea-Japón y la segunda al clavarle los tachones al portero estadunidense Tim Howard durante el partido del Hexagonal para clasificar al Mundial de Sudáfrica.

----------Podemos mencionar dos casos de Directores técnicos que han hecho justicia por mano propia, cuando se desborda la impotencia, la desesperación y el hartazgo:

1. Tristemente célebre fue el escupitajo que Jorge Benítez, entrenador del Boca Juniors, lanzó al rostro del Bofo Bautista durante un encuentro de la Copa Libertadores.

2. En 1991, durante la final de la copa Interamericana 2002, Carlos Miloc, entrenador de las Águilas de América, invade el terreno de juego y lanza un certero puñetazo al paraguayo Fermín Balbuena, quien fauleó a Edú, y cae al suelo. Miloc lo acompaña segundos después tras recibir un puñetazo de Rogelio Delgado.

----------Zinedine Zidane, al estrellar su cráneo contra el pecho de Materazzi en la final de Alemania 2006, liquidó la última esperanza de despedir su carrera levantando la copa más preciada del futbol. Sin embargo se trataba, como ya dije, de una final. Javier Aguirre, por su parte, lanza una patada en un partido de la primera ronda Copa Oro. Nada que ver con el astro francés.

----------Pase lo que pase en esta pobre Copa de Oro, los ojos están puesto en el partido del 12 de agosto, fecha en que las armas nacionales habrán de cubrirse de gloria al caer con la frente levantada, de cara al sol. Porque Estados Unidos, desgraciadamente, ganará ese partido.
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Imagen tomada de: http://www.radioamerica.hn/noticias/PATON-AGUIRRE-2.jpg

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