domingo, noviembre 29, 2009

Delegación Iztapalapa.

El remake del Chiquihuitazo 2002 se ha estrenado en versión para teatro guiñol. El popular Juanito, aquel ser salido del anonimato durante un mitin donde López Obrador, jefe máximo de la Revolución (Democrática), le hizo jurar que, de ganar como delegado en Iztapalapa renunciaría a favor de Clara Brugada, tras salir vencedor de aquella contienda, juró como delgado ante la Asamblea —se arrancó la corbata, la arrojó al suelo y tildó de traidores al PRD y al PT (luego del tratamiento para ablandarlo que le propinó Marcelo Ebrard la víspera de su investidura)—, y pidió licencia por cincuenta y nueve días, dejando como “encargada de despacho” a Clara Brugada. A un día de cumplirse el final de la licencia, Juanito tomó a todos por sorpresa: se metió a la sede de la delegación bajo el cobijo de la oscuridad, selló puertas y ventanas y anunció que a partir de lunes despachará como delegado de Iztapalapa. Las cosas, obviamente, no serán tan sencillas. Clara Brugada ha llamado a Juanito “ladrón” y enfermo mental, cercó junto con sus seguidores la delegación, apoyada por miembros del SME así como por los escuadrones del Frente Popular Francisco Villa. De acuerdo a una nota de EL Universal, la Brugada demostró sus habilidades como amazona al montar un caballo afuera de la sede delegacional como parte de sus acciones de “resistencia civil”. Durante el recorrido, dice la nota, sus acompañantes gritaban “Clara Brugada, nuestra delegada” (no es chiste, véanlo aquí).
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Además de poder ja
ctarse de contarse como uno de los pocos seres políticos en haber chamaqueado a López Obrador, Juanito ha realizado otro milagro: unificó a las tribus perredistas que integran la mayoría en la Asamblea de Representantes del DF, el templo del ausentismo. Los asambleístas cerraron filas alrededor de Brugada y anunciaron que le van a quitar el puesto a Juanito, se ignora bajo qué argumentos. Juanito se envalentona y les responde que no les tiene miedo. A este respecto hay que decir que Juanito cometió un error estratégico, que cualquier burócrata de medio pelo no hubiera cometido: si el término de su licencia estaba próximo únicamente debió de enviar un oficio a Marcelo Ebrard para anunciarle de su incorporación como delegado en Iztapalapa. Así de sencillo, pues por su ingreso nocturno a la delegación podrían fincarle responsabilidades, bajo el argumento de que es un peligro para Iztapalapa o de que carece de experiencia para gobernar.
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El poder tiene sus encantos y abre hasta las puertas más inexpugnables. La mañana de este domingo Juanito entró a la casa de Marcelo Ebrard, ubicada en el número 175 de Avenida México, colonia Condesa. Se ignora si desayunó en compañía de Mariagna Pratts o si se echaron una copita mañanera, lo cierto es que más tarde Juanito salió con la frente en alto y más dispuesto que nunca a gobernar a los suyos, a pesar de que Ebrard le ofreció ni más ni menos que el Instituto del Deporte del D.F., puesto vacante desde que la velocista Ana Guevara compitiera por la delegación Miguel Hidalgo con el consabido fracaso. Se ignora el perfil requerido para ocupar la cartera del deporte capitalino, pero como Juanito posee experiencia en las ligas infantiles de futbol, (dirigía precisamente a los Juanitos, de ahí su apodo), quizá Ebrard tuvo alguna visión futurista que lo animó a aventarle este anzuelo poco suculento,
pues en términos presupuestales equivaldría a cambiar un flamante BMW por una Brasilia destartalada.
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Ante el clima hostil que guardan los alrededores de la delegación Iztapalapa, Juanito solicitó la intervención del presidente Calderón, a fin de que le enviara tropas federales para mantener el orden y la seguridad de las instalaciones. Se ignora la respuesta del mandatario.
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Habrá que esperar a mañana. Con toda seguridad Brugada y sus huestes le aplicarán a Juanito la estrategia que usaron con Calderón, el presidente espurio: no lo dejarán entrar al despacho., impidiéndole gobernar. Juanito les aplicará el remedio juarista: si él es el delegado electo por la decisión popular, donde quiera que se siente a dictar oficios y a dar las indicaciones para sacar adelante a Iztapalapa, en automático esa será su sede de gobierno y podrá, para darle mayor carácter público, colocar de una vez por todas su estatua.
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Imágenes tomada de:
http://www.letraslibres.com/blog/blogs/media/blogs/redaccion/brugada.jpg
http://mtyblog.com/wp-content/uploads/2009/11/juanti.jpg
http://www.jornada.unam.mx/2009/06/18/fotos/036n1cap-1.jpg