martes, octubre 13, 2009

Así es mi tierra.

En “Así es mi tierra”, Cantinflas interpreta a "El Tejón”, un peón pícaro que ha evitado sumarse a la bola revolucionaria, pero que inteligentemente se hace de los favores del “General”, líder que vuelve a su tierra para descansar de los avatares de la guerra. En una escena memorable que involucra a Cantinflas y a Manuel Medel, quien hace el papel de “Procopio”, fiel escudero del General, ambos pelean por el amor de una joven llamada Cholita, quien en su aparente ingenuidad campirana, sabe bien cómo jugar con los dos hombres. Procopio se ofrece para llevarle un cántaro rebosante de agua; El Tejón interviene y trata de arrebatárselo; Procopio no se lo permite, el forcejeo se hace tan intenso que Procopio, desesperado, arroja el cántaro al suelo. Cholita llora la pérdida y ambos sujetos se retan a un duelo tauromáquico. Algo similar le ocurrió al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que el sábado pasado contempló la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, paraestatal mexicana campeona en ineficiencia, corrupción y dispendio, que gozó durante decenas de años de contratos colectivos basados no el la búsqueda del bienestar del trabajador y en el crecimiento de la empresa, sino en las prebendas que se obtienen cuando los intereses gremiales se supeditan al poder político. Aprovechando el fraude en las elecciones internas del sindicato donde se disputaron el control Martin Esparza y Alejandro Muñoz, el gobierno decretó la desaparición de la empresa, un cántaro quebrado.

El voto corporativista no ha podido ser erradicado en México. Izquierdas o derechas, cuando son oposición, señalan sus espadas flamígeras a los sindicatos charros y sus dirigencias vendidas al mejor postor, pero cuando acceden al poder se dan cuenta que manteniendo el control de esos gremios, aseguran la supervivencia de su sistema corrompiendo aún más al más corrupto. No son pocas las historias de usuarios que literalmente son asaltados cuando les llega el recibo de la luz, y de las cínicas propuestas de los trabajadores de Luz y Fuerza para solucionar del mejor modo el adeudo. Se había vuelto común observar a una cuadrilla de ocho sujetos de los cuales sólo dos cavaban un hoyo a la búsqueda del registro correspondiente, así como los malos tratos en las sucursales, donde hasta hace poco tiempo se incorporaron computadoras para hacer más eficiente el trabajo, debido a la obtusa visión del sindicato que veía esas máquinas como reemplazo de personal humano, lo que implicaba menos plazas, menos cuotas quincenales a percibir y menos personal para enviar a mítines, marchas y protestas a favor del tlatoani en funciones. Una empresa de más de cuarenta mil empleados y cerca de veinte mil pensionados sangraba las ya de por sí modestas arcas nacionales, implicando un costo anual de más de cuarenta mil millones de pesos. La mexicana cultura de la desconfianza indica que, aunque se liquidó un muy mal negocio, el bien nacional dista mucho de ser le pretexto para llevar a cabo esta acción. Se especula que el fondo del problema es la instalación de la red de fibra óptica en los territorios que controlaba Luz y Fuerza, y que, como ocurre en estos casos, implica un negocio millonario cuyas rebanadas ya están repartidas. De acuerdo con Ricardo Alemán, columnista de El Universal, otro posible motivo es quitarle recursos a Andrés Manuel López Obrador, por la cercanía y apoyo del del SME al movimiento de AMLO. La conveniencia es un capelo que cubre defectos e imperfecciones: a López Obrador parece importarle poco que Esparza ganó de manera fraudulenta la elección del SME (que no fue reconocida por la Secretaria del Trabajo), y no se sabe que le haya exigido un voto por voto, casilla por casilla.

Lo terrible es que, como en el caso de la película Así es mi tierra, en este conflicto que aún no termina, nosotros, la sociedad, únicamente somos testigos de los ajustes de cuentas que se dan en las cúpulas del poder. En la absurda lógica del inconformismo ante cualquier decisión tomada, habrá que esperar el final de este sexenio de pesadilla para descubrir quiénes fueron, si se da el caso, los verdaderos favorecidos con la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.



Imagen tomada de: http://www.eluniversal.com.mx/primera/33762.html (Lucía Godínez)
http://www.diariocritico.com/imagenesPieza/7(3632).jpg

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