Suerte te dé Dios...que el saber puro camote
lunes, enero 03, 2011
domingo, enero 02, 2011
sábado, enero 01, 2011
miércoles, marzo 24, 2010
martes, marzo 23, 2010
jueves, marzo 11, 2010
Del mal gusto literario.
Un libro no puede calificarse a partir del diseño de la portada o por la información contenida en las solapas, pero en aquellos casos donde el autor enaltece su ficha biográfica haciendo alharaca de su falsa pertenencia a algún sector social —y mediante ese bajo recurso convencer o enternecer al potencial comprador—, o enumera sus oficios como si leyéramos un currículum vitae para contratarlo, lo mejor es detenerse y salir cuanto antes de la mesa de novedades. En los libreros de más adentro, donde se empolvan los clásicos y otras raras figuras literarias, seguramente el lector encontrará autores que no vociferan palabrería barata e insulsa como payasos callejeros, en un intento desesperado para que el respetable les arroje unas cuantas monedas.
.
Imagen tomada de: http://gregtork.files.wordpress.com/2009/01/partes-de-un-libro-1.jpg
miércoles, marzo 10, 2010
Hermano mayor del Papa golpeaba niños.
Debido al precepto cristiano de “Poner la otra mejilla”, el padre Georg Ratzinger (1923) confesó que cuando se desesperaba al no conseguir que los chiquillos de su coro de Ratisbona sonaran como castrati, repartía unos cuantos bofetones a los más inútiles y mezquinos, aunque aclaró, y que bueno que lo hizo, que no se los cogió: jamás escuchó rumor alguno o suspiro jadeante en la sacristía o detrás del santísimo, cuando daba tiempo de descanso a los jóvenes. “Es raro eso de las violaciones de niños. Jamás supe de tal cosa. Habrá sido porque mientras los escarmentaba me concentraba demasiado”, dijo.
El padre Ratzinger se une a la lista de hermanos incómodos del mundo, siendo relevante la noticia puesto que este abuelito, que observándolo bien en la foto hasta podría pasar por un viejecito dulce y afable, es hermano del vicario de Cristo, del representante del señor de los cielos, del pescador de hombres (ya vimos que no tan hombres: “Dejad que los niños se acerquen a mí"), de aquel que nos habrá de recibir entre guirnaldas y terciopelos el día que entreguemos el equipo. En realidad la noticia no es tal: estamos ante una banda peligrosa que durante siglos ha encubierto y ejecutado crímenes, ha patrocinado guerras, torturas, invasiones y genocidios. Su maldad y ambición no ha conocido límites. Desde esa perspectiva, las abominables violaciones de centenares de niños a manos de curas católicos es una raya más a la extensa piel del tigre. Si el hermano mayor golpeaba niños, ¿qué no habría de hacer el menor, que llegó más lejos, hasta la cúspide del escalafón cristiano?
.
.Imagen tomada de: http://www.fluvium.org/imagenes/B16yHerm2.jpg